viernes, 24 de octubre de 2008

Un patrimonio de la izquierda: la defensa del medio ambiente

La situación del Medio Ambiente canario es caótica. A los datos nos remitimos: según la Agencia de Protección del Medio Ambiente Urbano y Natural, en Canarias hay abiertos 29.150 expedientes por denuncias contra el medio. Las denuncias se multiplican especialmente en los casos relativos a la construcción, correspondiendo 12.022 sólo a este apartado. Gran Canaria es la isla con más denuncias por edificaciones irregulares, con un total de 3.406 expedientes. Le sigue a continuación Tenerife, con 3.090.

Proyectos rechazables como la construcción de un macropuerto en Granadilla de Abona –cuando existe la alternativa de ampliar el Puerto de Santa Cruz de Tenerife-, la construcción de un campo de golf en pleno espacio protegido de Fuencaliente de La Palma –y que denuncia sin cansancio la Asamblea Ecologista de Benahoare-, el cierre del anillo insular de Tenerife o la ubicación de una macrocárcel en el Castillo del Romeral de Gran Canaria, entre otros desmanes, son el día a día de la realidad medioambiental y ecológica de Canarias.

Desde UP no queremos quedarnos en el mero conservacionismo de nuestro frágil y ya muy herido territorio. Queremos ir más allá de la denuncia puntual contra determinada agresión al medio, a su flora y a su fauna, que también. La protección del medio ambiente y el amparo de un 60% de nuestro territorio deben ir acompañados de la decidida apuesta por la recuperación de la agricultura, la pesca y la ganadería. Hemos de decir basta al duopolio turismo-construcción –cerca del 80% de nuestro PIB- y atacar los males desde su raíz. Es decir, apostar por la diversificación real de nuestra economía, huir de la dependencia del petróleo como fuente única de energía –en más del 90%- e incentivar las fuentes limpias, no contaminantes y más baratas que nuestro clima nos ofrece (energía fotovoltaica, maremotriz, eólica,…). Todo ello en aras de la plena consecución de la soberanía alimentaria de la que habla la FAO –de un 50 a un 60% de la producción dirigida al autoabastecimiento autóctono, que pueda hacer frente a crisis económicas y alimentarias como la que sufre el planeta en la actualidad.

Hagamos algo cotidiano de nuestro discurso, junto con la erradicación de la pobreza, la defensa de la clase trabajadora, la pequeña empresa familiar, la denuncia constante de la RIC o la reivindicación de mayores cotas de soberanía para nuestro país, la lucha continua por la preservación de nuestro territorio y su medio ambiente, única herencia que entregaremos a nuestros hijos e hijas.

Rubén Alemán.
Secretario Local de Unidad del Pueblo- Las Palmas de Gran Canaria