martes, 19 de enero de 2010

Comunicado de los trabajadores y trabajadoras del Museo Canario

Dentro de nuestra línea de apoyo al Museo Canario, publicamos el siguiente comunicado de los trabajadores y trabajadoras del mismo.

Estimados señores:
Como representante de los trabajadores de El Museo Canario y en nombre de todos ellos, adjunto un comunicado sobre la situación en la que se encuentra esta institución.
Los recortes de las subvenciones en el pasado año 2009 supusieron la supresión de todas las actividades complementarias de El Museo Canario (exposiciones temporales, edición de publicaciones, conferencias, conciertos...), pero para 2010
las instituciones vuelven a recortar aún más sus asignaciones, de manera que la única forma de superar la crisis es cerrar los servicios durante seis meses y suspender durante ese tiempo los contratos de trabajo de 14 empleados, cuando El Museo Canario tiene únicamente 18, entre ellos numerosos profesionales de reconocido prestigio en sus correspondientes áreas de trabajo.
Ante esta situación, estamos rogando a instituciones y entidades de todos los ámbitos (asociaciones de ciudadanos, gremios, museos, organismos de investigación, etc.) que emitan comunicados públicos de apoyo a la continuidad de
las actividades de El Museo Canario.
El Museo Canario, creado hace 130 años por un grupo de ciudadanos que querían ofrecer desinteresadamente un servicio público de desarrollo cultural, es actualmente el mayor referente de la conservación y difusión del patrimonio histórico del archipiélago, y cuenta con la mayor colección arqueológica de la isla de Gran Canaria y el más importante conjunto de documentación sobre las islas, todo ello puesto a disposición de historiadores, arqueólogos, investigadores, estudiantes y meros curiosos.
Les pedimos la máxima difusión de este comunicado y quedamos a su disposición para cualquier aclaración o comentario adicional.
Atentamente,

Luis Regueira Benítez
Representante de los trabajadores de El Museo Canario
lregueira@elmuseocanario.com
928 336800 (El Museo Canario)

sábado, 16 de enero de 2010

Los Tilos de Moya según Gregorio Chil y Naranjo


Gregorio Chil y Naranjo (1831-1901) fue el fundador del Museo Canario, actualmente en trance de abandono por las instituciones canarias que reducen año a año su contribución al mismo. El texto que sigue es una descripción que realizó de Los Tilos de Moya en 1871.

La obra escrita más importante del Dr. Chil fue "Estudios históricos, climatológicos y patológicos de las Islas Canarias", lo que le acarreó la excomunión por parte del obispo Urquinaona y Bidot, al aceptar la teoría evolucionista de Darwin. Fue un médico que en sus estudios asoció directamente los problemas de salud con las desigualdades sociales. Fue el antropólogo canario más importante del siglo XIX.

Descripción de Los Tilos de Moya.

Gregorio Chil y Naranjo
"Determinose hacer una anguilada y luego comida en los Tilos. Desde la vispera se prepararon acueductos con grandes tablas para dar otra dirección á las aguas y dejar los charcos sin que entre nueva agua para poderlos embarvascar.
La Señora, con el gusto que tiene para esas escursiones y sabiendo que desde que hay una de sus espediciones todos los vecinos vienen á pasar un dia de diversion, preparó las provisiones en estraordinaria cantidad como si fuese un rejimiento que iba á campaña.
Efectivamente despues de oir la misa en su oratorio, pues tuvo efecto el Domingo 1º de Octubre de 1871, y tomar un suculento y bien provisto almuerzo, la numerosa carabana se puso en marcha, armados de garrotes unos para mejor trepar y otros de las prevenciones de la caza pues también acompañaba el gran número de perros, entre los que habia algunos que evocaban recuerdos como el famoso terranova llamado Ródano, en cuyas marjenes á mís diez y ocho años pasé dias felices, y otros denominados Bismark, Molke, etc. etc., cuyos nombres no debian de serles muy gratos á un joven parisiense que ha pasado varias temporadas en Canaria, Mr. Emile Dumas Descombes, subteniente de Estado Mayor del ejercito del Loire en la desgraciada campaña de Francia contra Alemania. Asi que este enfant des Gaules plein d’esprit cada vez que el buen Ródano se arrojaba al agua y sus colegas Molke y Bismark se oponian nos hacia reir con los improperios con que los llamaba creyendo dirigirse á unos de esos flematicos Germanos que al desempeñar su fin providencial todo le es indiferente.
Separadas las aguas de su cauce y aislados los charcos se les echa cal, pero principalmente lo que produce mas efecto son las tabaibas, de cuya operación se encargó un tal Domingo Bartolomé, el guarda de los Tilos, hombre que jamas puede estar tranquilo y notable por su ajilidad para trepar, asi que tan pronto lo viamos en la cuspide de aquellos inmensos riscos procurándose las tabaibas, como iba á casa a traer cualquier objeto que se le mandaba a buscar.
Al poco tiempo las anguilas se presentaban borrachas en la superficie y por los bordes del charco, un silencio completo reina entonces en todos y entrando las manos por debajo se las arroja fuera del agua pues es tanto lo que resbalan que es imposible poderlas tener en las manos: cada vez que sacaban una es indescriptible el efecto producido y á este ejercicio se entregaban los que podian.
Siempre en estas espediciones no dejan de haber buenos bromazos, entre ellos el Sr.Cura hombre sencillo y de buena fé que creia cuantas ocurrencias le decian de los asuntos de España, Francia y especialmente del Papa, y que para refrescarse se echaba sendos vasos de ron en los zapatos, para evitar enfermedades, con gran desconsuelo de los concurrentes que ciertamente eran ya numerosos, pues como dia festivo todos los que pasaban tomaban parte en esta diversion.
Desde el fondo del barranco veiamos venir, por la cúspide de los riscos, las mujeres, hombres y niños que desde muy temprano habian ido á oir misa al pueblo, y bajaban y subian, de un modo que mas bien parecian aves que otra cosa, por los precipicios y esto en ellos era tan natural como que con la mayor indiferencia se ponian en la punta de uno de los espolones que forman los riscos y de aquella inmensa altura tomaban parte en nuestra diversion.
Llegada la hora de la comida, la que tenia efecto en los Tilos, se puso en marcha la caravana; unos trepaban por lo mas escarpado como acontecia á nuestro buen francés y á Fernando Delgado que como buen Capitan de Artilleria dispone de una constitucion privilejiada, pero el Cura, el Licenciado Delgado y yo, imposibilitados de hacer aquel camino, dabamos grandes rodeos lo que hacia reir á toda aquella gente de buen humor, al ver las precauciones que tomabamos para afianzarnos en aquel suelo tan quebrado y tan lleno de pintorescas vistas como de inmensos precipicios.
Habiendo tenido efecto la anguilada en los Majanos teniamos que andar un gran trecho; sin embargo llegamos á las cinco de la tarde y al dar una vuelta nos encontramos en la entrada de los Tilos. El primero á cuyo pié tuvimos que pasar, y donde se halla situada la casa del guarda, es de una altura estraordinaria y como viejo centinela avanzada manifiesta en su tronco y en su porte de veterano haber sido testigo de los mas remotos acontecimientos: está allí como suplicando á las generaciones futuras conserven aquel pedazo de bosque sin ejemplar para que formen una idea de los Campos Elíseos de los antiguos.
Todo el que corte uno de aquellos vejetales comete sin duda un crimen de lesa vejetacion y cuando me manifestaron el empeño que tenia aquella gente de cortar aquel arbol porque se desprendió un gajo y cayo al lado de la casa me parecia no hablar á un hombre sino á una fiera. Felizmente la Señora no permite ni aun que se limpien, mas aun, el gajo que cae no permite que lo toquen: tal es la veneracion que tiene á aquellos arboles y quiera el cielo que las generaciones sucesivas tengan para con aquella rejion las mismas consideraciones.
Al penetrar bajo de sus espesos follajes y de una altura colosal se notan aquellos robustos troncos que miden algunos hasta doce varas de circunferencia. Con éstasis de satisfaccion y de bienestar recorrí aquellos preciosos arboles la mayor parte llenos de fechas y nombres isleños, nacionales y estranjeros que han visitado aquella deliciosa mansion.
Hallé señales de recuerdos sumamente antiguos que hoy no se pueden descifrar y algunas fechas mas modernas como del año de 1662, otras de 1748, otras de 1773 y de esa época acá los troncos estan cubiertos de gratos recuerdos. Las cúspides de esos árboles, por los años, estan secas, pues la savia no llega á las ultimas ramificaciones, y estan llenas de una vejetacion especifica, el helecho, la calahuala y otros mas, pero eso no impide que de sus troncos haya salido otro tan robusto, tan vigoroso y tan estraordinario como el primitivo. Vimos la famosa parte denominada la Catedral en gran parte destruida por el temporal del año de 1826."

miércoles, 13 de enero de 2010

El Museo Canario de nuevo en peligro


Un año más, los fondos públicos destinados al Museo Canario han vuelto a disminuir. En este caso la situación se ha agravado hasta el extremo de que el Museo ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 14 de los 18 trabajadores con los que cuenta la instituación cultural. Los trabajadores afectados deberán dejar sus puestos durante algunos meses del presente año. Esto da lugar al cierre temporal de servicios como la biblioteca, la hemeroteca y los archivos con el perjuicio que se causa a muchas personas que investigan en el Museo.

Es de extrema gravedad que una institución cultural tan importante para el desarrollo de la Cultura Canaria esté en una situación tan precaria. Bien es cierto que es una institución privada pero atesora un patrimonio propiedad del pueblo canario. Diversas voces defienden que pase a tener un carácter público. Esto podría suponer que se estableciera un contrato programa que asegurara unos fondos estables de carácter anual que impidiera los vaivenes. Esto podría ser una solución ya que la masa social es escasa, unos 400 socios aparte de los patrocinadores, lo que dificulta el mantenimiento de unas condiciones mínimas.

Podría funcionar de modo autónomo, tal y como ocurre con la FEDAC por ejemplo, y contar en la Junta de Gobierno con las personas y organizaciones que han contribuido al mantenimiento del Museo hasta ahora.

Es una reflexión que debe darse de cara al futuro, pero el caso es que los fondos destinados para este año deben aumentar, no sólo para mantener los servicios abiertos y a pleno rendimiento sino para impedir la precariedad laboral a la que se verán sometidos los trabajadores y trabajadoras del Museo con la aplicación del ERE.

sábado, 9 de enero de 2010

VEREDAS DE CANARIAS (3)

Después del paréntesis del cambio de estación y la entrada en el nuevo año, volvemos con una nueva vereda canaria, esta vez la que recorre los Altos de San Gregorio, en el antiguo municipio de San Lorenzo. Dicha ruta se encuentra incluida en el Paisaje Protegido de Pino Santo.



Ruta “Altos de San Gregorio”

Esta es una ruta que nos lleva a un lugar muy singular, el lugar más alto desde donde podemos divisar prácticamente todo San Lorenzo y Tamaraceite.

Es una ruta algo larga pero no de mucha dificultad, recorriendo aproximadamente seis kilómetros. El camino en su mayor parte es cómodo y fácil de seguir.

Salimos desde la gasolinera que se encuentra en la carretera que une Tamaraceite y San Lorenzo, junto al cruce que lleva a la circunvalación, a Teror y a Arucas. Una vez en la estación pasamos por debajo de circunvalación y nos dirigimos a San Lorenzo. A 200 metros cogemos una pista de tierra que está a mano izquierda y luego nos tropezamos con una casona color rojizo y tomamos la pista de tierra hacia la derecha. Ya en dirección sur seguimos unos 2,5 km hasta llegar al pueblo de San Lorenzo. Terminada la pista de tierra y antes de llegar al casco de San Lorenzo, tomamos el barranco dejando el casco a nuestra izquierda. Seguimos barranco arriba donde encontraremos un puente bajo el cual pasa el camino para inmediatamente girar a la derecha y subir a la carretera.

A unos 50 metros subimos al barrio del Román por su calle principal hasta llegar al final de la misma. En ese momento tomamos el camino real de Teror que nos conducirá hasta los altos de la montaña. Tomamos este camino pasando por tres antiguas canteras de extracción de piedra abandonadas y un paisaje agrícola de gran belleza. Llega un momento en que desde el camino se divisa el parque urbano de San José del Álamo, en el lugar donde a nuestra izquierda podremos observar una casa en ruinas.

En este lugar giramos a la derecha y tomamos un camino que va por la cima de la montaña en dirección al noreste donde se divisa la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Por este sendero llegamos a la parte alta de la montaña más alta que se encuentra en la zona desde la que divisamos Tamaraceite, la vega de San Lorenzo y el propio pueblo de San Lorenzo. Desde este lugar nos dirigimos a la cima más próxima que se encuentra en dirección norte, el Talayón, también conocido como el morro, desde donde podremos observar en la parte baja de la montaña el barrio de Piletas e Isla Perdida. Rodeamos el morro por el lado izquierdo y cogemos un camino que baja a Isla Perdida. Desde este barrio tomamos unas escaleras que bajan hasta la urbanización de Ciudad del Campo y un poco más abajo, llegamos al punto de partida, la gasolinera.

FICHA TÉCNICA
DISTANCIA 6 KM
TIEMPO 3 HORAS
DIFICULTAD MEDIA- BAJA
VEGETACIÓN TRANSICIÓN ENTRE BASAL Y TERMÓFILO CON VEGETACIÓN DE SUSTITUCIÓN