La manifestación del sábado pasado, 18O, en todas las islas fue de nuevo un éxito. Decenas de miles de personas salieron de nuevo a la calle. Aunque parece haber un descenso en el número de participantes, el pulso en la calle se mantiene y la frescura de la movilización es obvia, algo muy meritorio después de varios años de mantener un alto tono de reivindicación.
Ante la previsible suspensión de la consulta del 23 de noviembre, debido al recurso del gobierno español, es necesario mantener la lucha en la calle para reclamar la consulta. Es necesario frenar el atropello al que someten a Canarias, primero imponiendo una autorización a Repsol a pesar del rechazo de la ciudadanía canaria y muchas instituciones de las islas, y luego con un desprecio constante a los argumentos esgrimidos en las islas por parte del PP, en varios casos los mismos defendidos en Baleares, Valencia y Málaga que sí han facilitado que no se realicen las prospecciones en un evidente trato discriminatorio a Canarias que no debemos permitir. Parece claro que si no encontramos cauce para defender nuestros derechos en el estatus jurídico actual, habrá que hacer algo para que se respeten.