Después de varios varapalos judiciales, por parte del TSJC, que impidieron la realización de la variante de Bañaderos (Gran Canaria), lo que hubiera significado la destrucción de valiosas y productivas fincas agrícolas, el gobierno recurrirá ante el Tribunal Supremo. El consejero de Obras Públicas, Juan Ramón Hernández, parece no creer mucho en que este recurso salga adelante ya que expresó que el gobierno “está estudiando posibles alternativas”. No está de más mencionar que este recurso se paga con el dinero de todos los canarios y canarias.
Resulta muy llamativo el empeño del gobierno por construir esta variante. Esta opción arrasaría una superficie de gran tamaño ocupada por plataneras en uno de los suelos más ricos de la isla. Se da la circunstancia que, desde hace décadas, se expropiaron los terrenos por los que pasa la actual GC-2 para esta vía. Detrás está la intención de dejar libre la costa para poder urbanizarla y obtener sustanciosas plusvalías. Ha sido un empeño compartido, o quizá impulsado, por el Ayuntamiento de Arucas hace diez años. Por parte del gobierno, se rechaza también el soterramiento de la vía al considerarlo incluso “imposible” de ejecutar, sin mostrar estudio alguno que apoye tal afirmación.
Hay que recordar que en diciembre, el TSJC emitió un fallo por el que declaró nulo el anteproyecto Enlace de Arucas (GC-2)- El Pagador (variante de Bañaderos. Isla de Gran Canaria), que fue aprobado hace diez años. Este tramo tuvo hasta cuatro proyectos y se eligió el que ha sido anulado por varias sentencias judiciales, además de que técnicos de las consejerías de agricultura y medio ambiente informaron en contra de la opción rechazada por los tribunales.
Otras sentencias han rechazado la variante de Bañaderos como las dos de septiembre de 2007, dos sentencias que anularon el Plan Insular de Ordenación (PIO), y otras dos sentencias de abril y julio de 2008 que anularon a su vez el Plan Territorial Especial de la zona norte-central de Gran Canaria.
La variante de Bañaderos se anula porque “altera significativamente las características ecológicas del lugar y provoca la desaparición de las plataneras, la alteración del paisaje, no respeta el tan repetido principio del 'desarrollo sostenible', ni explica por qué se abandona el criterio prioritario de aprovechar las vías existentes”, según la sentencia del TSJC. Dicho fallo fue debido al recurso presentado por la empresa HZ Agrícola contra la Variante de Bañaderos.
En el territorio canario han sido muchos los suelos agrícolas destruidos por la urbanización o la construcción de cuestionables infraestructuras. Resulta indignante que, a estas alturas, se pretenda continuar por este camino, ya lo dice bien claro el fallo del TSJC que reproducimos en parte. Cuando es necesario fortalecer el sector primario para lograr un mejor autoabastecimiento siguen algunos empeñados en destruir el suelo agrícola que nos queda.
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