La extinción del monte publico de Doramas, en el primer tercio del siglo XIX, sufriendo el último golpe en 1831 con las datas concedidas a Francisco Tomás Morales, en ese momento Mariscal de Campo y Comandante General de Canarias que recibió 900 fanegadas, aunque se apropió de hasta 4.000 fanegadas de tierra que fueron deforestadas con gran rapidez.
En la actualidad el paisaje está formado por un mosaico de diferentes usos del suelo en el que dominan los terrenos de cultivo de medianías, en gran medida abandonados. Subsisten algunos pequeños bosquetes de laurisilva entre los que destaca Los Tilos de Moya y el barranco de los Propios. Considerables extensiones de eucaliptal se extienden en zonas anteriormente ocupadas por formaciones de laurisilva.
Con la destrucción del monte público de Doramas, la isla de Gran Canaria perdió la oportunidad de conservar una masa de laurisilva de entidad a sumar al patrimonio natural canario.
La posibilidad de recuperar el monte público, adaptado a las características legislativas del siglo XXI, se dará en la medida en la que se articule la demanda del mismo por parte de la ciudadanía, colectivos sociales y culturales e instituciones implicadas y todo ello debe comenzar por el conocimiento del espacio geográfico que ocupaba y sus límites.
De este modo, comenzaremos a recorrer los límites del mismo, concretamente en su parte oriental con el eje Firgas, falda occidental de Osorio- La Laguna de Valleseco-Barranco de la Madre del Agua- Valleseco, que simbolizamos con el punto más alto del Pico Osorio.
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