NO A LAS PROSPECCIONES PETROLÍFERAS

En las últimas semanas ha arreciado la polémica sobre las prospecciones para averiguar si hay petroleo y gas en cantidades suficientes y de calidad en aguas canarias. El gobierno español, encabezado en este asunto por el ministro José Manuel Soria, impone las prospecciones y la empresa que las realiza, Repsol, sin contar con el pueblo canario y las instituciones que lo representan dando un plazo ridículo de diez días, luego ampliado algo más, para formular alegaciones. Supone una imposición en toda regla y un tratamiento colonial hacia Canarias. Por otro lado, el hecho de que Canarias sea un Archipiélago de Estado y no un Estado Archipielágico da lugar a que no se pueda delimitar la Zona Económica Exclusiva (ZEE) que sería de 200 millas, salvo en los puntos que coincida con otro país en los que habría que establecer una mediana, como ocurre con Marruecos. Esta mediana sería válida sólo hasta el paralelo 27º40 ya que, como sabemos, hacia el sur están los territorios ocupados ilegalmente del Sáhara Occidental. El hecho de ser un Archipiélago de Estado, territorio dependiente de un país situado en otro continente, hace que sólo se puedan delimitar las 12 millas alrededor de cada isla por lo que la explotación deberá ser por acuerdo con Marruecos. En otro orden de cosas, están las prisas por iniciar las prospecciones cuanto antes, ya que en 2013 la Unión Europea establecerá unas normas más duras para las prospecciones y explotaciones off shore, que afectan directamente a este proyecto. También hay que tener en cuenta la cuestión de que la empresa que realiza las prospecciones, adquiere derecho a realizar la explotación, además de que los beneficios económicos de la misma no revertirán en Canarias, salvo algunas migas del paso de los barcos por los puertos canarios. Sin embargo, sí que nos quedan todos los riesgos medioambientales. Los accidentes no son raros y cuando se producen fugas, estas son muy difíciles de suprimir, al producirse a gran profundidad, agravadas por los menores controles que favorece no esperar a la nueva normativa de la UE, con el fin de que Repsol se ahorre dinero. El ejemplo del reciente vertido en el Golfo de México es paradigmático. En Canarias, sobre todo en las islas orientales, es vital el agua desalada. En Lanzarote y Fuerteventura, prácticamente supone un 100% del agua que se utiliza y en Gran Canaria ronda el 70%, por lo que un vertido sería catastrófico, cortando el suministro de agua con todo lo que ello conlleva. Por otro lado, se habla de daños al turismo, siendo los daños a la actividad económica la consecuencia de la contaminación del litoral y de los fondos marinos someros, inutilizando playas y afectando gravemente tanto a la fauna marina como a la avifauna que vive en el mar y en la costa. El daño a la actividad económica, nadie quiere ir a la playa a hacerse un tratamiento de piche, sería importantísimo creando una situación muy grave, sobre todo a Fuerteventura y Lanzarote, sin agua potable y sin la actividad económica generada por el turismo, que no sólo se interrumpiría durante el vertido y las ingentes tareas de limpieza sino durante el cambio de percepción del destino. En definitiva, estas prospecciones no sólo no supondrían ningún beneficio para Canarias sino que, además, suponen enormes riesgos para la calidad de su medio ambiente, el abastecimiento de agua y el funcionamiento del turismo. Por todo ello, desde Atamarazayt nos oponemos a las prospecciones y animamos a la población en general a participar en las movilizaciones que se están preparando en Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, tenemos noticias de que también se está moviendo algo por Tenerife, para el sábado 24 de marzo. En Gran Canaria, la manifestación parte a las 19.00 horas de la Plaza Saulo Torón en Las Canteras.