viernes, 25 de diciembre de 2009

Noche de paz

Francisco González Tejera

En este mundo globalizado en manos del sistema más depredador que ha conocido la historia, viven millones de seres humanos en la más absoluta miseria, mueren de hambre y sed cada día, sufren enfermedades perfectamente curables en un mundo enriquecido, que condena por puro egoísmo a una muerte segura a la mayor parte de la humanidad. Esta verdadera violencia del capitalismo es respaldada por los gobiernos de las democracias occidentales, que son cómplices directos de todas estas muertes, de todo este terrible sufrimiento. Los Zapatero, Berlusconi, Sarcozy, Merkel, el laureado presidente de un país genocida, Obama y otros muchos que se llenan la barriga y sus billeteras con las muertes de miles de niños cada día, que no se cortan un pelo y siguen hablando de mejorar el clima, de acabar de una vez con todos los del “eje del mal”, de sus sanguinarias “guerras humanitarias” en Iraq y Afganistán, de los montajes y auto atentados como los del 11 de septiembre en USA y otros en Europa, cuyo único fin es fomentar el miedo y seguir invadiendo países y vendiendo armas. Su apoyo a dictaduras tan sangrientas como la marroquí y todo un largo etcétera de fechorías y atentados a la dignidad de los pueblos programados por estos delincuentes políticos, siempre en aras del enriquecimiento y la defensa de los intereses de los “dueños del mundo”.

En Canarias comprobamos que toda esta miseria humana está representada por ciertos políticos de frivolité y trajes caros, en su mayoría ladrones y conspiradores, amigos de constructores que les construyen gratis mansiones, que les pasan maletines con millones de euros a cambio de recalificaciones urbanísticas y prebendas varias. Algunos de estos miserables afirman públicamente que les tienen que subir el sueldo para que haya menos corrupción. Mientras el pueblo de estas islas, los sectores más desfavorecidos caen víctimas de una crisis creada en despachos lujosos de banqueros, poniendo a estas islas a la cabeza en cifras de paro, fracaso escolar, violencia de género y otras miserias humanas que no son combatidas ni prevenidas por los que tienen que hacerlo y cobran pastones para ello, políticos escoria más preocupados en otros negocios y pelotazos que en la dignidad y calidad de vida de todo un pueblo humillado y alienado.

Hoy día de Nochebuena en una Navidad de consumo y despilfarro, pienso que es el mejor momento para recordar, para recordarnos que nuestra opulencia mata a millones de inocentes, que estos políticos y gobiernos supuestamente democráticos no hacen nada para acabar con el hambre, la infelicidad, la pobreza. Para combatir el cambio climático, para evitar la deforestación de las selvas tropicales, para terminar con la extinción de millones de especies animales y vegetales, con tanto sufrimiento y desolación en un planeta depredado y destrozado por esta lacra de sistema terrorista-capitalista, por un imperio de asesinos de vida y esperanza.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Solsticio de invierno

En estas fechas se celebra el solsticio de invierno. Incluimos un artículo de Josué Cabrera explicando la importancia del mismo.

ANAMMAR TABBURT N TGREST!
(¡Feliz Puerta/Solsticio de Invierno!)

La Tabburt n Tgrəst es una de las Cuatro Puertas del ciclo solar que viene marcada por las tres noches más largas del año, las de mayor apartamiento del Sol hacia el Sur en el horizonte. Normalmente, estos días coinciden con el 21, 22 y 23 de diciembre del calendario gregoriano. Durante este período de tiempo, Magheq, el Sol, permanece como inmóvil en su desplazamiento horizontal, saliendo y ocultándose por los mismos puntos en su recorrido matutino y crepuscular. A partir de estas tres noches, Magg (el Sol de Invierno) comienza nuevamente a viajar hacia el Norte, los días empiezan a crecer y las noches menguan paulatinamente.
Para nuestros antepasados, el cielo marcaba las condiciones de vida en la Tierra. Las estaciones, las mareas, las lluvias, incluso el comportamiento vegetal y animal parecían seguir las directrices de las divinidades o astros. Este gran descubrimiento, surgido en los albores de la humanidad, sirvió a las sociedades primigenias como método de previsión de acontecimientos futuros, asegurando así la supervivencia de las mismas. Al igual que entre otras tribus arcaicas, el Solsticio de Invierno o Renacimiento del Sol fue una efeméride que desempeñó un papel de vital importancia en la organización social, agrícola y ganadera de nuestro pueblo, el amazighe insular.
Los diferentes calendarios que poseían, adquirían cierta autonomía en función de la actividad que se pretendía controlar, si bien, en muchos casos, las mismas referencias astronómicas servían para marcar ciclos distintos. La Puerta del Invierno no sería una excepción, ya que la apertura de la misma suponía la llegada del frío intenso y las diversas enfermedades que le son asociadas. Éstas causarían, en muchos casos, bajas no sólo entre la población humana sino que también afectaría al ganado, especialmente el nuevo. La escasez de ciertos alimentos recolectados en verano, especialmente gramíneos y frutales, sería también un factor altamente condicionante de la supervivencia. No obstante, la puerta que dejaba escapar circunstancias adversas al abrirse, también permitía la entrada de dicha y prosperidad a través de las lluvias fertilizantes que potenciaban la germinación de los cereales y las legumbres, así como el crecimiento de abundantes pastos para alimentar al ganado.
Toda una serie de ritos y actos propiciatorios se llevaban acabo en estas fechas con la intención de atraer la buena fortuna y apartar la desgracia del pueblo y de la tierra. Una costumbre, originalmente celebrada con motivo del Solsticio de Invierno y festejada aún hoy entre las poblaciones amazighes del norte de África, es la de la noche de Yennayer. Una cena copiosa se sirve esa noche con motivo de alejar ritualmente, por medio de un acto de magia simpática, la escasez de alimentos hasta la próxima cosecha. Las características de los alimentos ingeridos serán las que rijan la calidad de los campos de cultivo durante su desarrollo hasta el momento de la recolección, evitando así, por ejemplo, la ingesta de alimentos amargos para prevenir una cosecha ‘amarga’ o mala e incentivando el uso de comidas que ganen volumen al hervirlas, de modo que favorezcan una siega voluminosa o abundante.
En esta cena festiva participan también los invitados de honor que entran por esta Puerta del Año… los espíritus de los antepasados y los genios guardianes. Éstos tienen la misión de infundir fecundidad a la tierra en este período del año hasta el momento de la cosecha, por lo que se les recibe con gran gozo, renovando con ellos los pactos establecidos por generaciones, sirviéndoseles platos de comida en la mesa junto al resto de los comensales. Otras ofrendas alimenticias son también dispuestas junto a los tres teniques del hogar, junto al molino de piedra y junto al telar. Estos tres elementos esenciales del hogar amazighe se caracterizan por ser instrumentos que producen una transformación de la materia prima en otra más elaborada y a esas fuerzas de naturaleza iniciática que ponen en marcha el proceso de mutación, a esas que conectan el mundo visible con el invisible, les son rendidas ciertas ofrendas en momentos críticos de cambio como éste.
Otra costumbre bien repartida entre varias tribus amazighes del Continente es la del reemplazo de los tres teniques del hogar, en esta noche festiva, por otros tres teniques nuevos. Según Jean Servier, podría tratarse de un viejo rito que marcaría el momento en que el pueblo amazighe semi-nómada regresa de la trashumancia e inaugura su ciclo sedentario.
Así mismo, se encuentra extendida en buena parte de la Tamazgha la costumbre de barrer el hogar antes de la noche de Yennayer, no barriéndose más durante los primeros días subsiguientes. Éste es un acto que va más allá de la limpieza física de la casa, es un gesto ritual que pretende apartar mágicamente del seno familiar a las fuerzas fatídicas que se cuelan con la apertura de la Puerta del Invierno. Es una preparación para recibir una nueva etapa, un nuevo ciclo lleno de promesas de abundancia y prosperidad. Por esta misma razón, se evita seguir barriendo una vez creado este ambiente mágico, para no dispersar con la escoba de brezo la buena fortuna evocada. Con esta misma doble finalidad, protectora y limpiadora a la vez, se adornan también los hogares con ramas verdes de árboles de hoja perenne, como el brezo, la retama y el pino.
Los augurios y presagios también forman parte importante de esta noche. Es costumbre extendida que la matriarca de la familia disponga en el tejado de la casa cuatro o doce recipientes de barro o bien tortas de masa de pan y que sobre cada uno de estos receptáculos deposite un montoncito de sal. Cada montoncito representará las próximas cuatro o doce lunaciones a partir de la luna nueva entrante. Al día siguiente, la matriarca vaticinará la humedad y la lluvia que habrá durante los meses siguientes en función de la disolución de los cristales de sal con el sereno de la noche.
Con esta breve explicación de una de las muchas costumbres ancestrales de nuestro pueblo, tristemente olvidada con el transcurso del tiempo y la aculturación sufrida tras la colonización castellana, les deseo a todas y a todos… ¡Una feliz apertura de la Puerta de Invierno, un próspero nuevo ciclo entrante y que la llama de nuestra identidad amazighe, humana, terrenal y espiritual no se apague nunca o, en el mejor de los casos, que renazca con fuerza como renace Magheq, nuestro Sol, en este gran día!

Tihulawen ăggôtnen! (muchos saludos)

Autor: Josué Cabrera González

martes, 22 de diciembre de 2009

VEREDAS DE CANARIAS (2)



Camino de Andújar

El camino parte desde el centro del pueblo de San Lorenzo,isla de Gran Canaria, concretamente desde el Centro de Salud. En ese punto, empezamos a andar y nos dirigimos hacia las Cuevas del Monte, atravesando la urbanización de duplex situada al sur del pueblo. Subiendo al final de la calle, cogemos a la derecha recorriendo 50 metros. En este punto encontramos otro cruce y tomamos a la izquierda para comenzar a subir entre una formación de mimosas. Seguimos la pista hasta pasar una palmera en una curva y luego salimos a la derecha por una pequeña senda hasta un torreón de la luz.

Una vez allí miramos hacia la montaña que tenemos de frente, en dirección sur, y tomamos a la izquierda un antiguo camino en desuso que bordea la montaña en dirección a La Culata. Siguiendo por este, llegamos a una galería de agua junto a una palmera y subimos hasta dar con otra en la esquina de un estanque. Desde ahí tomamos una tubería hasta llegar a la carretera general. Luego subimos a lo alto de la montaña de Siete Puertas por el paso de las tuberías (ya desde aquí comenzamos a disfrutar de hermosos paisajes).

Siguiendo estas tuberías y dejando la vista de la montaña de Bandama a la izquierda nos encontramos un acebuche en el mismo camino. En la parte alta se encuentra una cruz. El acceso hacia ella es un poco dificultoso debido a que el paso es inclinado y la roca está desnuda. (Otra opción es seguir el camino de las tuberías hasta llegar a la altura de los eucaliptos siendo allí el desnivel menor y estando el camino en mejor situación hasta la cima).

Llegamos a la cruz y seguimos el camino sobre la montaña en dirección a la cumbre (hacia el poniente). Al poco pasaremos por una antigua finca denominada Silvian donde encontramos una antigua era con un gran drago. Seguimos hacia delante pasando por una caseta cantonera para comenzar la ascensión hacia la cumbre. Se trata de una subida algo dura en la que encontraremos varios ejemplares de lentiscos.

Cuando llegamos a lo más alto, podremos disfrutar de las mejores vistas (hermosas y amplias). Desde este punto, nos encontramos una gran meseta desde la cual seguimos el camino en dirección poniente. Desde este punto llegamos hasta la presa de la Umbría y junto a ella, el pequeño poblado de El Corcovado. A nuestra izquierda podremos observar Los Llanos de María Rivera.

Siguiendo el camino nos tropezamos con la valla que delimita la presa. Sin traspasarla, seguimos el camino que la bordea hasta dar con una carretera asfaltada. La seguimos de modo que nos lleve a una desviación a la derecha. Tomando esta, llegamos a una pequeña plazoleta donde podremos descansar un poco en cualquiera de sus bancos.

Desde ahí, bordeamos la plazoleta y pasamos al lado de un torreón de luz de modo que sigamos de frente evitando tomar a la derecha. A partir de aquí seguiremos la carretera que nos lleva, sin desvío, hasta el pueblo de La Milagrosa donde nos podremos refrescar en alguno de sus bares, donde seremos bienvenidos. El nivel de este sendero es medio-alto, uno 12 kms, si queremos regresar hasta el pueblo de San Lorenzo. En este caso se debe seguir la carretera que desde La Milagrosa conduce hasta San Lorenzo.

Otra alternativa es subir con un coche a La Milagrosa y luego dejar el otro al comienzo del camino o bien tomar la guagua de Global que une ambos núcleos.

Se recomienda ir bien calzado y con algo de abrigo puesto que en la cima de Andujar puede estar soplando el alisio.

FICHA TÉCNICA
DISTANCIA 12 KM
TIEMPO 5 HORAS
DIFICULTAD MEDIA-ALTA
VEGETACIÓN DOMINANTE TERMÓFILA CON VEGETACIÓN DE SUSTITUCIÓN

jueves, 17 de diciembre de 2009

El linaje de las papas antiguas de Tenerife

Publicamos este artículo por su gran interés en la conservación de la agrodiversidad de Canarias. Las papas antiguas se han perdido en la mayoría de las islas, pero en Tenerife se mantiene el cultivo de algunas variedades como indica el artículo. Algunos agricultores están reintroduciendo algunas de ellas en islas como Gran Canaria.

Autor: Domingo Ríos Mesa (Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife)
El artículo ha sido extractado de www.bienmesabe.org

La importancia de Canarias y de las variedades antiguas de papa que existen aquí, es decisiva en el estudio de la introducción e historia de la papa en Europa, pues como ya se ha dicho, Canarias fue el lugar donde primero llegó este tubérculo, procedente de América, y probablemente también, donde primero se cultivó.


La papa fue introducida en Canarias durante la segunda mitad del siglo XVI, y esta referencia es la primera que se tiene acerca de que la papa se cultivara fuera de su lugar de origen, América. Las primeras papas, y otras introducidas en los siglos posteriores, fueron quedándose en Canarias, donde las condiciones climáticas y la ubicación geográfica permitieron su adaptación. Los agricultores de la época, mediante procesos de selección, también favorecieron que unos tipos de papas perdurasen y otros se perdieran.



La mayoría de las papas que se han conservado son de origen andino, pero otras, posiblemente, proceden de otras zonas de Sudamérica. También se conservan otras variedades, llegadas a lo largo del siglo XX, cuya semilla ya no se produce pero que los agricultores conservan porque aprecian sus características. Todas ellas están ligadas a diferentes agrosistemas de producción, diferenciándose las variedades y técnicas de cultivo en función de las comarcas productoras.



En la actualidad, en Tenerife hay un gran número de variedades que podríamos considerar muy antiguas, como las conocidas como papas bonitas (coloradas, blancas, llagadas, ojo de perdiz y negras), negras o negras yema de huevo, azucenas (blancas y negras), torrenta o terrenta, borralla o melonera, colorada de baga, mora, pelucas y palmeras, además de otras, que si bien han quedado para autoconsumo de los agricultores, por su escaso interés comercial, no dejan de tener un gran valor patrimonial, por lo que deben conservarse. Todas ellas están ligadas a diferentes agrosistemas de producción, diferenciándose las variedades y técnicas de cultivo en función de las comarcas productoras y de las diferentes fechas de plantación. Así, por ejemplo, las papas borrallas o meloneras se asocian a los Parques Rurales de Teno y Anaga; las coloradas de baga y terrentas a la franja que va desde La Esperanza hasta el Valle de la Orotava; las azucenas a todo el norte de la isla, teniendo especial renombre las de El Palmar en Buenavista. Esto no quiere decir que no se planten en otras zonas de la isla, pero sí que existe una cierta tradición que vincula las zonas de cultivo con las variedades de papas. Son por lo tanto un bien patrimonial de todos los canarios, y en especial de los agricultores que las han conservado hasta la actualidad. Ahora es responsabilidad nuestra, y de generaciones futuras, conservarlas, favoreciendo su consumo.



La semilla de estas papas antiguas las producen los propios agricultores, estableciendo procesos de intercambio de semillas entre diferentes zonas de la isla, o incluso entre diferentes tipos de suelo y condiciones climáticas en una misma comarca, con el fin de mejorar la productividad de las mismas. Hoy en día, de las papas antiguas o tradicionales de Tenerife se plantan unas 900 ó 1000 hectáreas, aunque estas cifras han sufrido variaciones en los últimos años, debido a la competencia por el suelo o el abandono de la actividad agrícola, pero, sobre todo, tras la aparición de la polilla guatemalteca.


Árbol genealógico.



Aparte de los trabajos de investigación que se han realizado con anterioridad y que han permitido avanzar en el conocimiento previo de estas variedades tradicionales, en el CCBAT (Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife) se han realizado estudios de caracterización morfológica, agronómica, nutricional y molecular, en colaboración con otros centros de investigación, regionales, nacionales e internacionales. Estas investigaciones han permitido determinar la originalidad de las papas antiguas de Tenerife. En los estudios moleculares realizados nuestras papas de origen andino están claramente emparentadas con las papas de Los Andes, pero mantienen unas características especiales. Lo que nos permite afirmar, en una primera aproximación, que aún manteniendo sus orígenes andinos, las papas han evolucionado en Canarias, ya sea por la selección hecha por los campesinos o por la más que probable multiplicación sexual, efectuada en el pasado, y que consiste en plantar las semillas que tienen los frutos de las plantas y no las propias papas, tradicionalmente conocidos en Tenerife como bagas. Esto explicaría parte de su originalidad, tal corno ya escribía D. José de Viera y Clavijo a finales del siglo XVIII, en su Diccionario de Historia Natural de Las Islas Canarias.





Papas negra, un tesoro.



Pero, además, parece que, en el pasado, se han producido ciertos híbridos entre nuestras papas, ya que papas como las borrallas, coloradas o negras presentan características que, probablemente, sean únicas en el mundo. Estas últimas, las negras, pueden considerarse un tesoro, ya que tienen un número de cromosomas distinto del resto de papas que tenemos en la isla y, comparándolas con papas de Los Andes de la misma especie, no presentan una relación de parentesco que sea tan clara.


De los trabajos realizados, también parece deducirse que llegaron papas de la otra zona sudamericana donde tradicionalmente se han cultivado papas más adaptadas a las condiciones europeas, en concreto del archipiélago de Chiloe, en el sur de Chile, situado entre los paralelos 41° y 43° de latitud sur. Este podría ser el caso de la papa mora, cuyas primeras citas históricas encontradas datan de la segunda mitad del siglo XVIII, en la comarca de Anaga. Datos que parecen confirmar un estudio reciente realizado por científicos de la Universidad de Wisconsin. Estos científicos, mediante el estudio del ADN de las muestras de papa que se conservan en los más importantes herbarios europeos, han concluido que las variedades procedentes de Los Andes y de Chiloe convivieron en Europa con anterioridad y posterioridad a la hambruna irlandesa de mitad del siglo XIX. Por este motivo, la importancia de Canarias y de las variedades antiguas de papa que existen aquí, es decisiva en el estudio de la introducción e historia de la papa en Europa, pues como ya se ha dicho, Canarias fue el lugar donde primero llegó este tubérculo, procedente de América, y probablemente también, donde primero se cultivó.



Por todo ello, nuestra labor prioritaria, en los próximos años, es garantizar que los agricultores conserven el cultivo de la papa, que es la mejor forma de mantener toda la variabilidad genética, la biodiversidad, que encierran, pero también los usos y las costumbres tradicionales asociados al mismo. Para ello, debemos favorecer su producción, su consumo y sobre todo su conocimiento entre los propios canarios. En cuanto a la producción, la labor se está orientando hacia la obtención de una semilla de mayor calidad para ser cultivada, ya sea rescatando los métodos tradicionales de selección de la semilla en el campo, a través de las Agencias de Extensión Agraria y Desarrollo Rural, o mediante el uso de las papas saneadas por cultivo in vitro por la empresa Cultivos y Tecnología de Tenerife (COLMA).



Las excepcionales características organolépticas de estas papas permiten abordar su exportación con total garantía de éxito, lo que asegura una potencial demanda que permita una expansión significativa de la superficie de cultivo. Por ello, los mayores esfuerzos, en los próximos años, deben destinarse a la valorización de este producto, con acciones que vayan orientadas, especialmente, al sector distribuidor y al propio consumidor. Un objetivo al que contribuirá, significativamente, la futura Denominación de Origen.









Un banco de papas.



El Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola del Cabildo Insular de Tenerife (CCBAT) mantiene, en cámara frigorífica a 4ºC y con un 85% de humedad relativa, una colección en dos réplicas de más de 130 variedades de papas, que anualmente son plantadas y de las que se escogen los mejores pies para su conservación durante el siguiente año. De este modo se tiene garantizada su conservación y, sobre todo, se evita la pérdida de aquellas variedades que se encuentran en riesgo de extinción, o como se conoce técnicamente, en riesgo de erosión genética. Además, una copia de la colección se conserva corno cultivo in vitro en las instalaciones de CULTESA.





Artículo publicado en el nº 1 de Mundo Rural de Tenerife.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

MANIFESTACIÓN EN APOYO A AMINETTOU

Mañana jueves, 17 de diciembre a las 18.00, se convoca una manifestación por la Plataforma de Apoyo a Aminettou, que parte desde el Auditorio Alfredo Kraus y se dirigirá hacia el consulado marroquí en la calle Pelayo. Es necesario aunar fuerzas debido a la situación de debilidad en la que se encuentra Aminettou.

Incluimos por su interés un artículo sobre el tema escrito por Bachir Ahmed.

Bachir Ahmed
Dignidad contra miseria



No puedo aceptar el todo vale. Como saharaui me indigna profundamente lo que está ocurriendo con Aminetu Haidar, aunque como persona, me siento ofendido por el desprecio con que la han tratado.

Quizá algunos la vean, simplemente, como una mujer que hace una huelga de hambre para volver a su país; si es así, todavía no se han dado cuenta de cual es la reivindicación de Aminetu. Esa mujer de aspecto débil que cada mañana se sienta en el aeropuerto de Lanzarote es el grito silencioso de todo un pueblo que se resiste a perder la libertad. Ella es una consecuencia de las barbaridades que ha cometido y comete el gobierno marroquí contra el pueblo saharaui. Lo que está en juego es el derecho de nuestro pueblo a ser libre, pero la esencia de todo ello, es la dignidad de todas las mujeres y hombres del Sahara Occidental, que se resisten a ser vilipendiados por un régimen tirano y arcaico como el de Mohamed VI.

La Aminetu que conocemos hoy no es la joven que fue detenida en 1987, con apenas 20 años, y estuvo desaparecida durante tres años y siete meses. Solo imaginarme las condiciones en que estuvo durante ese tiempo, hace que me duela el alma. Casi cuatro años encerrada en una oscura mazmorra, totalmente desnuda, con los ojos vendados, donde fue violada, torturada y vejada por los sanguinarios servidores del tirano de Rabat. Casi cuatro años de terror, que formaron a la militante de derechos humanos que conocemos en la actualidad. La historia se repite con el comienzo de la intifada del año 2005, los torturadores vuelven a la carga contra Aminetu y sus amigos por el único motivo de reclamar el derecho de autodeterminación para su pueblo. La foto que muestra su cara ensangrentada da la vuelta al mundo. Su forma de lucha la engrandece mucho más, al haber respondido a sus torturadores con las armas que ellos nunca utilizaron. Los años de cárcel y las torturas la convencen que debe denunciar la violación de los derechos humanos que se cometen diariamente en su país invadido por Marruecos. La mejor forma, la palabra, la no violencia. Es así como llega su reconocimiento internacional y los premios otorgados; el primero de ellos será el “Juan Maria Bandrés” de C.E.A.R. en 2006, le seguirá el “Silver Rose Award” en Austria, algunos premios menores, aunque no menos importantes y en 2008 el “Robert Kennedy” en los Estados Unidos de América, para culminar con el premio “Coraje Civil” de la Fundación John Train en 2009 en el mismo país. También fue nominada al Premio Sajarov del Parlamento Europeo y al Nóbel de la Paz. Todos ellos por su incansable lucha en defensa de los derechos humanos.

Aminetu recorre el mundo y demuestra que la dignidad de su pueblo está por encima de cualquier reclamación. Deja en evidencia al régimen tiránico y feudal del “comendador de los creyentes” y se convierte en un símbolo para los saharauis de todo el mundo. Cuando hablamos de ella no lo hacemos de una mujer castigada por los avatares de la vida, sino de la representación de la dignidad del pueblo saharaui.


En la otra orilla nos encontramos con las actitudes más despreciables del ser humano. Al mercenario, al que se arrastra babeando ante su amo, al que por dinero pierde los escrúpulos y besa la mano manchada de sangre. En definitiva, al cónsul de su majestad en Canarias.

El caso Haidar ha colocado a cada uno en su sitio. Mientras ella lucha cada día contra la injusticia y reclama respeto a la dignidad, el cónsul se esfuerza en agradar a su dueño. Las últimas declaraciones de tan nefasto personaje, sacan a la luz lo más bajo e indigno de la persona a la que nos referimos. Mientras se jacta de ser saharaui, niega la existencia de su pueblo, condena a la activista acusándola de ser agente extranjera y se burla de su huelga de hambre. Con la intención de agradar a su señor, a veces se excede en sus funciones e intenta ser más marroquí que los mismos nacionales de ese país, prueba de que él también tiene miedo. Su cargo es solo una fachada, ya que quien realmente manda en el consulado son los servicios de seguridad, que por cierto, son muchos. El cónsul organiza una rueda de prensa para ofrecer un pasaporte a Aminetu, siempre y cuando pida perdón a la más alta instancia del país, el rey. Ahora resulta que debe pedir perdón por haber sido expulsada de su país, por haber sido torturada y vejada durante cuatro años, por pertenecer a un pueblo masacrado durante más de treinta años, por los más de quinientos desaparecidos, por los presos políticos, por los siete detenidos en Casablanca, por los miles de refugiados en Tinduf, por la separación de sus hijos, etc. El torturado debe pedir perdón al torturador, el inocente al culpable. Estas son las dos caras de la moneda. O somos dignos o miserables; no hay término medio. Hasta que no entendamos diferenciar entre estas dos posturas no comprenderemos la lucha de Aminetu Haidar.

La activista no solo está luchando por la dignidad de su pueblo, sino por la de todos los que nos resistimos a aceptar las injustas reglas de juego. Su lucha es la de todos nosotros. Como dice mi amigo poeta “tu dignidad será nuestra esperanza”

Mientras Aminetu vuela sobre nuestras cabezas enarbolando la bandera de la justicia y la dignidad; el cónsul de Marruecos se revuelca, como un cerdo, en la mierda que le ofrece ese país.

martes, 15 de diciembre de 2009

Jaque al ron

Intervención en la presentación del libro Jaque al ron, de Alfredo Martín Amador, de Faustino García Marquez.

Para una parte de nuestra generación, el ron fue un fragmento inolvidable de nuestra declaración de independencia, con perdón. Nuestros padres y abuelos, siguiendo la tradición de güelfos y gibelinos, de lancasterianos y yorkinos, se dividieron en germanófilos y anglófilos pero, ante la evidente ordinariez de la cerveza teutónica, se pusieron de acuerdo, al menos, en que la bebida por excelencia era el whisky, seguido a distancia por la digestiva ginebra de la reina madre y por el dominical aperitivo con vermut. El ron no existía. Era una bebida proletaria y, encima, no provenía de las tierras altas escocesas o de las bajas tierras holandesas, sino de Telde, Arucas, La Aldea, Los Sauces o sabe Dios que otro arriscado y primitivo pago.
Aunque no despreciábamos la invitación a un whiskito por parte de algún ancestro, repentina o navideñamente conmovido ante nuestra mayoría de edad, el ron era un económico emblema de rebeldía. Y, para colmo, era bueno el condenado, por eso aprendimos (qué noche la de aquél día) que tenía sus matices, sus horas, su déjame entrar, y también su quiero salir. Comenzamos a apreciar las diferencias entre unos y otros, conocimos después los añejos y toda la caterva de caribeños. Y saboreamos el diabólico ronmiel, engañador como el mismísimo maligno, que se enroscaba, golosa y resbalosamente, en los argumentos de las inacabables discusiones metafísicas y dialécticas, que terminaban siempre con el sorprendente descubrimiento de que, pese a la aparente lucidez mental, las malditas piernas se negaban a sostenernos en posición medianamente vertical.
Por eso, el libro de Alfredo Martín está, para muchos de nosotros, cargado de sensaciones, de esos aromas que, como dice magníficamente su padre en el libro, llegan directamente al cerebro, sin pasar por la razón. Pero el libro no solo remueve pliegues cerebrales que creíamos ya irremisiblemente planchados o agujereados, sino que nos ofrece un completo y brillante compendio de la historia del ron canario, desde la conventual bebida de esclavos en el siglo XVI hasta el finisecular intento de superar la crisis de la cochinilla abrazando el modelo cubano de industrialización (prerrevolucionario, por supuesto), basado en el tabaco y el azúcar, con el ron de caña como producto añadido.
Y, pese a ello, no es éste un libro de historia, sino el hermoso vehículo de una reivindicación personal y colectiva, cultural y económica. El libro documenta, explica y reivindica un producto que forma parte de nuestro patrimonio y que hoy se desnaturaliza culturalmente, se desaprovecha económicamente, se difumina históricamente, a causa de la miopía y la codicia de una clase política y económica más atenta a beneficios monetarios y electorales que a la creación de riqueza y la cristalización de un país y de su pueblo. Ni el ron es reconocido oficialmente como parte de ese legado cultural e histórico, ni se ha reivindicado ante la Unión Europea el carácter agrícola del ron palmero, como antiguamente del grancanario y el tinerfeño, lo que impide que lleguen a esa Isla las subvenciones al cultivo de caña destinado a la fabricación de ron que reciben en Granada o Málaga. Tampoco reconoce oficialmente el propio gobierno autónomo al ronmiel elaborado, a la manera tradicional, con miel de caña, sino solo con miel de abeja. Y todo ello, en perjuicio del consumidor y ante el silencio de instituciones y empresarios.
Un silencio indiferente o cómplice parece dominar este viejo Jardín de las Hespérides, que soñaron los antiguos, y que se ha convertido en un Jardín de las Delicias, poblado de monstruos, deformidades, anomalías y disfraces. Sobre todo, disfraces, esos disfraces de maúros y magos made in China que, como señala lúcidamente Pepe Alemán en el prólogo del libro, intentan llenar o tapar el vacío cultural con el sucedáneo de un carnaval perpetuo. Caciques insularistas disfrazados de políticos nacionalistas. Embozados regionalistas denodadamente empeñados en generar agravios y aumentar distancias entre islas. Mascaritas autoritarias con careta de derecha civilizada. Franquistas irredentos travestidos en independentistas a plazo fijo. Codiciosos benefactores de la patria que camuflan de interés general y particular beneficio a trenes de alta velocidad, puertos, aeropuertos y autopistas. Especies protegidas, repentinamente prolíficas y pudorosamente desprotegidas para que no escandalicen a los niños con su indecente multiplicación. Consejerías de menos ambiente y más destrucción territorial. Ecologistas reprimidos caracterizados de pobres constructores indemnizados o indemnizables. Islas alicatadas de suelo a techo, eso sí, con azulejos serigrafiados con pintaderas. Agrícolas cuartos de aperos con dos dormitorios y baño. Generosos promotores enmascarados asaltantes de instituciones ataviados de mociones de censura. Ni El Bosco pudo imaginarlo.
Lo ilógico sería que alguien, en este Jardín, tuviera interés por el patrimonio, por la cultura, por las señas de identidad que reclama este libro. Les interesa una cultura disfrazada de costosas y estériles bienales y septenios. Les interesa medrar, y para eso necesitan dividir, predominar, satisfacer a la clientela. Destruyen porque no saben crear, ni les interesa. El abandono y el desprecio que representa el jaque al ron, es parte de una actitud consciente y culpable, que ignora, oculta o arrasa nuestro acervo, en un nuevo y definitivo proceso de aculturación. Hay otros signos de lo que está ocurriendo. Sin ir más lejos, aquí al lado, nuestra joya racionalista más preciada, el edificio del Cabildo Insular, se disfraza con chapas metálicas. No necesitábamos dañar una obra de Miguel Martín para tener una obra de Alejandro de la Sota, queríamos ver juntos a dos magníficos arquitectos del siglo XX; pero eso no estaba en el programa del carnaval, que ignora la legislación, aunque afecte a la propia sede de la institución encargada de velar por el patrimonio, la misma institución que permite que se pierdan los viejos caminos, la misma que tenía que haber levantado bien alta la voz contra la destrucción segura de nuestro patrimonio etnográfico y arquitectónico, nuestras casas rurales canarias, condenadas a muerte por una vergonzosa ley de medidas urgentes que, con el disfraz de reutilizarlas, permite que sean demolidas en su integridad y sustituidas por una vulgar copia.
Pronto solo nos quedarán las acuarelas de Alberto Manrique para recordar nuestra arquitectura rural, las fotos de la FEDAC para recordar el Cabildo, el libro de Alfredo para recordar el ron, la memoria y la utopía para rememorar lo que pudieron haber sido estas islas de nuestros sueños jóvenes, y cómo hemos dejado que nos las hayan ido convirtiendo en este triste, oscuro y falso Jardín de las Delicias, donde el que no se disfraza, no recibe subvención.
Esta es la indignada reivindicación que da razón y sentido a este libro. Una indignación que no se disimula, sino que se nos muestra desnuda, hermosa y desparramada, en una edición y un formato que son un goce para los ojos, con las fotos de Leandro Betancor, testigo magnífico de la que acaso sea la penúltima zafra palmera, pero sin que tanta hermosura atenúe un ápice el airado color de la piel, la tersura quemada de la protesta por un patrimonio tradicional en peligro.
Alfredo ha sido capaz de encauzar en un libro su reivindicación. Disfrútenlo sorbo a sorbo, no se lo metan en el cuerpo de un hilvanazo, léanlo, recuerden, aprendan, gocen, solos o con una copa de ron al lado, y unas carajacas o un dulcito a la mano. Si, tras su lectura, con su ejemplo, cada uno de nosotros fuera capaz de encauzar sus reivindicaciones, aunque no sea de una forma tan creativa y bella como lo ha hecho Alfredo, sino de una manera colectiva y ciudadana, otro porvenir esperará a nuestro patrimonio, otro futuro será posible para estas asirocadas islas, que tenían, tienen y merecen un destino mejor, un destino que, inexorablemente y pese a todo, será común o no será.

lunes, 14 de diciembre de 2009

TAMARACEITE SOLIDARIO

Un año más, en la plaza de Tamaraceite, se realizó un mercadillo solidario en el que participaron diversas ONGs y colectivos del distrito, entre los que estaba el colectivo juvenil que se desarrolla en el IES Tamaraceite. Este, ya tradicional, mercadillo se ha consolidado antes de las fiestas navideñas logrando un espacio compartido entre los vecinos y vecinas y personas llegadas de otras zonas.

Este encuentro es una muestra más de un proceso de dinamización social que se viene produciendo en los últimos años en el antiguo municipio de San Lorenzo, por el que los diversos colectivos que funcionan en el mismo se van coordinando poco a poco en acciones comunes. Atamarazayt participó en unas jornadas de desarrollo sostenible que se realizaron en esta línea a finales de octubre, en las que presentamos nuestro proyecto de parque agroambiental. Estas jornadas fueron organizadas por la Federación de Asociaciones de Vecinos "Las Medianías" junto con Apetama con el apoyo de participación ciudadana.

Tanto las actividades solidarias como el trabajo por un distrito sostenible contribuyen a fomentar una cohesión social que desde Atamarazayt apoyamos. En una sociedad en la que mayoritariamente priman los valores individualistas toda iniciativa en este sentido tiene un gran valor.

viernes, 11 de diciembre de 2009

XIII Encuentro de Juego del Palo Canario




- Entre otros actos se desarrollarán los siguientes:

- Jueves 10, a las 19:00 en el Salón de actos del Edificio de Humanidades (Universidad de Las Palmas),
Mesa Redonda sobre "La Situación actual y perspectivas de futuro de los juegos y deportes autóctonos y tradicionales"



- Sábado 12, a partir de las 11:00, en el Pabellón deportivo del Campus de Tafira
FESTIVAL DEL PALO CANARIO, con representantes de varias islas.

FUENTE: www.saltodelpastorcanario.org

jueves, 10 de diciembre de 2009

VEREDAS DE CANARIAS

Hoy comenzamos una serie de veredas de Canarias, con unos caminos generalmente poco transitados, con grandes valores naturales y culturales. Empezamos la serie con un camino por las medianías altas de Gran Canaria.

Lomo de la Retamilla- Montañón Negro

Este camino discurre entre los municipios de Valleseco y Moya (Gran Canaria). Se trata del ascenso al Montañón Negro, el que se considera la última erupción de Gran Canaria, que está datada hace unos 3.000 años. Recientes hallazgos parece que sitúan esta última erupción en otros puntos como Bandama, aunque en cualquier caso es de las más recientes de Gran Canaria. Se parte desde unos 1.300 m.s.n.m. y se llega a los 1.662 m.s.n.m. del Montañon Negro.

Se trata de un camino suave, pese al desnivel, que recorre una de las zonas menos transitadas de la geografía insular.

La vereda parte de la parte baja del Lomo de la Retamilla, junto a la carretera que une Valleseco con Artenara y comienza a ascender entre pinos y eucaliptos, hasta alcanzar una zona de pasto que domina el paisaje. Este tipo de paisaje se extendía por toda esta zona hasta las repoblaciones de pinos que comenzaron a finales de los años sesenta del siglo XX. Aún diversos ganados de ovejas pastan por la zona, aunque se concentran más hacia Cueva Corcho, al este de donde nos encontramos.

Un poco más arriba llegamos a otra formación de pinos que llega hasta el borde de la carretera que une Pinos de Gáldar con la Cruz de Tejeda. Tomamos la carretera hacia la derecha y llegamos hasta la base del Montañón Negro. Casi hasta la cima se puede divisar un antiguo muro de piedra que servía para separar los pastos. Podemos seguirlo cómodamente para, en unos 10 minutos si vamos liger@s, alcanzar la cima. En la cima se encuentra una cruz metálica. Desde la cima se pueden disfrutar bellas vistas, tanto hacia el noreste como hacia el suroeste, con una magnífica vista del Teide. Se divisan puntos como la montaña de Osorio, al noreste y el macizo de Guguy, al suroeste.

El descenso lo podemos realizar por el mismo camino o bien desviarnos hacia Artenara, vereda que explicaremos en otra ocasión.

martes, 8 de diciembre de 2009

Tierras de Fuerteventura

José Fidel Suárez Vega
Miembro de Atamarazayt

TIERRAS DE FUERTEVENTURA

El puente pasado, un grupo de personas estuvimos en Fuerteventura para participar en la romería de Tetir, pueblo situado en el interior de la isla, cerca de Puerto Cabras. La romería y las parrandas posteriores fueron estupendas, sobre todo la que se desarrolló en el Teleclub.

Fuerteventura, en épocas pasadas, funcionó en ciertos períodos como granero del Archipiélago al cultivarse en las vegas interiores grandes extensiones cerealísticas. Al disminuir la demanda de cereales de Fuerteventura en el mercado interior, debido al aumento de las importaciones, se fueron abandonando tierras de cultivo siguiendo una norma común en toda Canarias.

En el caso de Fuerteventura el abandono es muy superior, quedando muy pocas tierras cultivadas. Los tradicionales sistemas de gavias, utilizadas para el aprovechamiento de las escasas lluvias que caen en la isla, se han abandonado y toda la economía se ha cedido al binomio turismo- construcción.

Está generalizada la percepción de la población que procede del campesinado canario, mayoritaria en las islas, de la dureza de las actividades agropecuarias y los intercambios desiguales que se producen, que no ha permitido unas condiciones de vida dignas.

En la actualidad, las técnicas agrícolas desarrolladas en torno a la agricultura ecológica, con una mentalidad de autoabastecimiento y aprovechando sinergias con la ganadería sostenible podría suponer una posibilidad de fortalecer un sector agropecuario en caída libre, mejorando al tiempo las técnicas productivas que hacen más llevadero el trabajo. Por supuesto, se debe partir de una situación nueva, en la que los productores controlen la distribución o al menos se paguen precios justos por los productos para facilitar unos ingresos dignos que garanticen la continuidad de la actividad.

En Fuerteventura es posible, salta a la vista la riqueza de las tierras en la vega de Tetir, por ejemplo. El problema del agua podría quedar solventado con la utilización de técnicas de desalación con la utilización de energías alternativas, como la eólica, tan abundante en la isla. Algunos ensayos en este sentido se vienen produciendo en diversos puntos del Archipiélago.

En todas las sociedades, para asegurar un equilibrio económico, es necesario potenciar el sector primario, para asegurar un cierto nivel de autoabastecimiento que garantice unas cotas mínimas de alimentación en caso de crisis, con el fin de diversificar la economía, reducir la dependencia del exterior y enriquecer el paisaje para crear sinergias con un turismo sostenible y respetuoso con el medio sobre el que se desarrolla.